La tumba de cenizas

Jueves 19 de Octubre. Hasta hace dos días llevábamos camiseta corta y la chaqueta colgada del brazo. El tiempo definitivamente se ha vuelto loco. Que irónico, ¿verdad?, pensamos que es el tiempo quién no deja de cambiar y de volvernos locos, que si ahora frio, que si ahora calor…Pero es que no nos damos cuenta de que quiénes nos estamos volviendo locos somos nosotros. Creo, y muy a mi pesar, que la raza humana “des-evoluciona”, es decir, que damos pasos agigantados en el sentido contrario.

Digo todo esto porque estos últimos días he estado leyendo barbaridades sobre los incendios en Galicia y Asturias. Me da demasiada pena ver como centenares de hectáreas arden en ese fuego rojo intenso. Se me partía el corazón cuando veía fotografías de ciervos, u otros animales corriendo entre las llamas. Los animales no tienen derecho a sufrir por culpa del ser humano, nosotros no somos nadie para quitarles la vida. Ni a ellos ni a nadie.

“Arde Galicia” era el hashtag más twitteado en las redes sociales. Menos mal que a alguien, se le iluminó la bombilla y decidió cambiarlo con un diseño gráfico que eliminaba la palabra “arde” por “queman”. Galicia, Asturias y Portugal, no arden. A estas tres, las queman. Las queman personas que solo miran por su propio ombligo y por el dinero que les daría construir en un terreno como ese. Las queman personas que no se merecen ningún respeto y que disfrutan viendo al otro sufrir.

Es una reflexión un tanto rabiosa, pero es que me arde por dentro (nunca mejor dicho) ver como siempre sobre vale lo malo a lo bueno. Ver como se hacen las cosas mal me irrita y, lo peor es saber que con mi pequeña voz en la sociedad nadie me va a escuchar, todavía.

Me da pena ver como personas como yo, intentamos hacer las cosas bien, pero que la repercusión es mínima. Haciendo actos como este, demostramos como somos realmente. Simplemente, quien arde y se cava su propia tumba entre cenizas, es el ser humano.