"Shopping postureo night"

Qué me pueden contar de la Shopping Night 2017 que no sepa. Quizás puedo cambiar de opinión en un solo aspecto: la comida si esta graciosamente preparada, así como la música reparte buen rollo, algo que mucho le faltaba a la noche.

Creía recordar, que era una noche en la cual cuesta, considerablemente, abrirse paso entre los barceloneses y turistas. Pero más bien, es una noche donde se ven jóvenes con modelitos únicos, comprados y detalladamente preparados para el evento. Además, mantienen su Smartphone como una extensión de su propio cuerpo y se dedican a desgastarse las huellas dactilares. Claro, todo sea por estar a la altura de la presión social. Si va a la exclusiva noche de compras 2017 debe publicarlo en Instagram, como mínimo.

Solo es ‘postureo’ y apariencia, cierta enfermedad que se apodera de nosotros sin que nos demos cuenta. Luego dentro de la tienda se dedican a pasear, ni mucho menos se ve un pequeño gesto de compra. Para eso ya estaba el “black Friday” amigos. Fue una congregación de ‘espabilados’ que al escuchar la palabra “gratis” se amarran a primera fila, también de curiosos, jubilados y blogueras. Muchas blogueras. Parece que las instagramers se toman esta noche muy en serio.

La “Gauche Divine”, este es el nombre que encabeza la noche. Si cerramos los ojos lo imaginamos todo en blanco y negro, elegante y chic. Fue un movimiento de intelectuales y artistas de izquierda que se extendió por Barcelona durante los años 70. Me pregunto dónde están los homenajeados, incluso la madrina de la noche, Teresa Gimpera. Nadie los vio aparecer por alguno de los muchos escenarios, ni en las tiendas más prestigiosas como Swaroski, Rabat o Sandro. Posiblemente se reunieron en el bar donde hace mucho, era su epicentro: Boccaccio.

Es una noche de apariencias, tanto para el público que decide aguantar hasta la 1am pasando un frío infernal (que irónico que infernal sea la palabra para describir el frío), como para las tiendas que tienen como único objetivo ser mejor que su competencia. Las ansias por destacar, el qué dirán, tener la música perfecta y que el aperitivo no deje indiferente a nadie, resume la noche.

Salvando las distancias, podemos echarle la culpa a los problemas políticos que experimenta Catalunya y en especial su capital. No fue una noche de espontaneidad, alegría, elegancia y glamour, sino únicamente una carga de conceptos unidos incapaces de encajar como si de un puzzle se tratase.

De todo se aprende, por lo que la Shopping Night 2018 tiene como reto, mejorar lo que este año llamamos, la Shopping postureo Night.

[*Sé que han pasado dos semanas desde este evento, pero no he tenido tiempo de actualizar el Blog :)*]